Viaje Ornitológico a UGANDA

23 agosto a 10 septiembre 2013

Participantes: Abraham Arias, Antonio Ceballos, Jesús Díez, Ángel González, Sonia Olvera, Judit Nagy, Carlos A. Ramírez, Andrés Requejo y Miguel Rouco

 

(Texto de Antonio Ceballos adaptado por Miguel Rouco)

 

 

CRÓNICA SEGUNDA PARTE: DE MASINDI AL P. N. DE QUEEN ELIZABETH

 

Águila marcial (Polemaetus bellicosus) P. N. de Queen Elizabeth.

 

29/08/2013:

Sobre las 7:30 h. abandonamos Masindi con rumbo al parque nacional del bosque de Kibale. El paisaje correspondiente al primer tramo de la ruta estaba completamente determinado por la mano del hombre, con la presencia de extensas plantaciones de caña de azúcar y té. En este primer tramo de ruta habría que reseñar la observación de especies como sisón ventinegro, críalo listado, barbudo cabeciblanco, cloropeta amarilla, bubú de los papiros y chagra marismeña. A media mañana paramos una hora en Hoima, ya que se estropeó el alternador de uno de nuestros vehículos, aprovechando la circunstancia para dar un paseo por las bulliciosas calles de la localidad.

De nuevo en camino, nos cruzamos con un convoy de Naciones Unidas formado por varios todoterrenos con funcionarios y militares y al menos 10 autobuses que trasladaban grupos de congoleños a diversos campos de refugiados distribuidos por el interior de Uganda. Comimos en el Toro Restaurant. Después realizamos una parada de algo más de media hora para recorrer a pie un tramo de la propia carretera buscando diversas especies de aves en los bosques anejos (0º39.221’N, 30º24.783’E, 1.471 m). Entre las especies observadas destacar azor blanquinegro, paloma del Congo, paloma nuquialba, barbudo gorgigrís y barbudo pintado.

Poco antes de anochecer llegamos a la Chimpanzee Guest House (0º29.357’N, 30º20.044’E), en las inmediaciones del parque nacional de Kibale, en donde nos alojaríamos durante dos noches. El lugar era de una belleza singular, ya que se trataba de un agradable y amplio recinto con jardines ubicado en medio de un paisaje montano repleto de campos de té cuyo color verde intenso resaltaba contra el azul del cielo limpio.

 

Sisón ventrinegro, cerca de Masindi.

Población de Hoima.

Jardines del Chimpanzee Guest House.

 

30/08/2013:

Comenzamos la jornada muy temprano, levantándonos a las 4:30 h., ya que queríamos estar antes de que amaneciera dentro del bosque de Kibale para intentar ver la elusiva pita pechiverde. Debido al riesgo real de encontrarnos de bruces con algún elefante nos acompañó un ranger de la UWA debidamente armado. A pesar de la insistencia de Johnny y del propio ranger no conseguimos contactar con ninguna pita tras dos horas de búsqueda, debido a lo cual decidimos continuar el paseo por el interior del bosque en busca de otras aves. Habría que destacar la observación de un nido de águila coronada en la copa de uno de los árboles emergentes del bosque en cuya plataforma se encontraba echado uno de los adultos. Como anécdota apuntar la visión fugaz de un chimpancé que se cruzó corriendo por nuestro camino. Otras especies de interés observadas durante la mañana fueron: pintada moñuda, paloma del Congo, palomita tamborilera, turaco piquinegro, cuclillo esmeralda, trogón de narina y suimanga gorgiazul.

De regreso al lodge paramos en el puente de un río (0º27.569’N, 30º22.792’E, 1457 m) para contemplar un papamoscas de Cassin que se encontraba allí aquerenciado. Después de comer estuvimos paseando por los jardines de la Guest House hasta las 17:00 h. añadiendo a nuestra lista algunas especies nuevas. Posteriormente nos desplazamos con Johnny unos 2 km al este de nuestro alojamiento, en busca del espectacular abejaruco negro, al que vimos en excelentes condiciones. El paseo resultó muy productivo ya que tuvimos la oportunidad de observar otras especies de interés, entre las que destacó el barbudo piquigualdo. Antes de llegar al hotel hicimos una breve parada, ya anochecido, para intentar ver (sin éxito) el cárabo africano.

 

Bosque de Jibale.

Plantación de te, frente Chimpanzee Guest House.

Comedor de la Chimpanzee Guest House.

 

31/08/2013:

Algo más tarde de las 7:00 h. nos desplazamos hasta la Bigodi Wetland para pasear por la reserva acompañados por un guía local. Antes de llegar hicimos una productiva parada a la altura del puente del día anterior, que se saldó con la observación de un pequeño grupo de chimpancés cruzando la pista que atraviesa el bosque de Kibale. Esta parada nos permitió ver además muy bien un precioso macho de cuclillo esmeralda. Como estaba previsto, dedicamos la mañana a pajarear en la Bigodi Wetland, tun humedal colmatado y cubierto por una densa vegetación de tipo palustre (0º24.362N, 30º24.520’E, 1.236 m). Durante el paseo anotamos especies como barbudo hirsuto, nicator occidental, zorzal de Fernando Poo, papamoscas azul oscuro y suimanga bandeado. De regreso a la Guest House tuvimos la oportunidad de ver junto a la pista un bando numeroso de pintadas moñudas.

Tras comer en la Chimpanzee Guest House dimos un nuevo paseo por los jardines y alrededores del recinto, donde tuvimos la oportunidad de anotar alguna especie nueva como la chagra coroniparda. A las 17:30 h. salimos hacia nuestro siguiente alojamiento, los Toroo Cottages, a donde llegamos al cabo de una hora después de recorrer extensos campos de té que tapizaban el terreno suavemente ondulado. Cuando alcanzamos el hotel (0º38.721’N, 30º17.961’E, 1.523 m) nos sorprendió un intenso aguacero que no nos impidió, sin embargo, dar un breve paseo por el jardín y ver bastante bien un alcaudón de Mackinnon.

 

Chimpanzee cruzando la carretera, en el bosque de Kibale.

Grupo de pintadas moñudas en la carretera. P. N. de Kibale

Palmera en Toroo Cottages.

 

1/09/2013:

Desayunamos a las 6:00 h. ya que teníamos que desplazarnos bastante lejos para visitar el bosque de Semiliki, a tan sólo 18 km de la frontera con el Congo. Mientras nos montábamos en los coches escuchamos el canto de un búho de Verraux al que no pudimos buscar por falta de tiempo. Tras una breve parada en la población de Kirumia para observar la estrilda de mejillas naranjas estacionamos nuestros vehículos junto a la carretera (0º47.802’N, 30º05.812’E, 709 m) para, acompañados por el correspondiente guía local, adentrarnos en el bosque de Semiliki, un bosque ecuatorial de tierras bajas enraizado en los terrenos sedimentarios de la cuenca del río homónimo. Se trata de una formación vegetal cerrada, pluriestratificada, más húmeda que las zonas boscosas previamente visitadas, en donde resultaba más difícil la búsqueda y observación de aves. Nuestro plan era recorrer parte del denominado Kirumia Trail, que a lo largo de unos 13 kilómetros une la carretera que conduce a la frontera con El Congo con el propio río Semiliki.

Estuvimos en el bosque unas seis horas (entre las 9:00 y las 15:00 h) viendo no muchos pájaros, aunque algunos fueron muy interesantes, como malcoha africano, cálao silbador, cálao casquinegro, bulbul coliverde, zorzal de Fraser, monarca de capa castaña, bubú sombrío y malimbe copetón. Entre las 14:00 y las 15:00 h. cayó un fuerte aguacero que convirtió el sendero que atravesaba el bosque en una especie de regato estacional, lo cual dificultó bastante el camino de regreso. Sin embargo, tras el chubasco apareció el sol de nuevo y ello nos permitió continuar nuestro paseo entre las oficinas del parque y un  paraje donde afloraban aguas termales sulfatadas conocido como las Hot Springs. En este lugar pudimos ver bastante bien especies como paloma ojigualda, archibebe fino y un espectacular macho de cuclillo gorgigualdo.

Regresamos a nuestro alojamiento bastante cansados recorriendo las estribaciones más septentrionales de los Montes Ruwenzori, completamente deforestados por la acción del hombre, llamándonos la atención la presencia de numerosas parcelas agrícolas en laderas con una pendiente acusadísima. Un extraño incidente en la carretera nos sacó del sopor típico de las últimas horas del día: Un conductor que se había mostrado antes como bastante temerario en diversos adelantamientos tuvo que detener su vehículo para que descendiera uno de sus pasajeros y en ese momento fue objeto de una monumental bronca de nuestro guía, acompañada de dos sonoras bofetadas por parte de Jude, que  bajó furibundo de repente blandiendo una vara fina. Lejos de responder a la agresión, el imprudente conductor mostró signos de gran arrepentemiento y todo terminó como una simple anécdota.

Una  vez en las Toroo Cottages aún tuvimos tiempo de pasear a última hora del día y de añadir algunas especies a nuestra lista.

 

Antonio Ceballos meditabundo en el corazón del Bosque de Semiliki.

Bosque de Semiliki. Puente provisional.

Hot Springs, en la reserva de Semiliki.

 

 

2/09/2013:

Nos levantamos a las 6:00 h. con la intención de buscar al búho de Verraux que habíamos oído cantar el día anterior mientras partíamos hacia Semiliki. Cuando nos disponíamos a iniciar la búsqueda nos sorprendió el vuelo del búho, que pasó sigiloso ante nosotros para finalmente posarse en el eucalipto de gran porte desde donde reclamaba el día anterior. A pesar de la oscuridad, pudimos ver al búho con nuestros prismáticos, que se encontraba posado junto a un segundo búho que no habíamos visto, pero probablemente asustados por nuestra presencia ambas aves abandonaron su atalaya justo antes de amanecer. Después de desayunar dedicamos media hora larga a ver aves en los jardines del recinto destacando buenas observaciones de bubú abisinio y pito cardenal. A continuación partimos hacia nuestro siguiente destino, el parque nacional Queen Elizabeth. En el transcurso del desplazamiento registramos especies como lorito de Meyer, turaco de Ross, azor tachiro y, finalmente, una espectacular águila marcial adulta junto a su nido. Tras detenernos en el paso del Ecuador, llegamos al mediodía al Queen Elizabeth Bush Lodge, situado junto al canal de Kazinga,  (0º08.305’S, 30º02.477’E, 945 m). El alojamiento nos resultó muy agradable y confortable. Permanecimos en nuestros bungalows hasta las 17:00 h. debido a la ocurrencia de un fuerte chubasco. Cuando amainó tuvimos la ocasión de ver varios suimangas del Marico, especie relativamente frecuente en los alrededores del lodge. Entre las 17:00 h y las 20:00 h salimos en dirección al lago Eduardo (0º08.614’S, 29º53.752’E, 924 m) en busca de nuevas aves como flamencos enanos, francolines gorgirrojos o chorlitejos pecuarios. De regreso, ya de noche, observamos un búho africano y un chotacabras de Fosse, sorprendiéndonos además el cruce de un inmenso hipopótamo por la carretera mientras comenzaba de nuevo a llover con cierta intensidad.

Monumento en la línea del ecuador. A. Ceballos

Paisaje desde el Queen Elizabeth Bush Lodge.

Lago salitroso en el P. N. de Queen Elizabeth

Una de las cabañas del Queen Elizabeth Bush Lodge. Diversos detalles del Queen Elizabeth Bush Lodge (comedor, ducha e interior de las cabañas).

 

 

3/09/2013:

Nos reunimos a las 6:00 h. para desayunar con el objetivo de salir de safari a las 7:00 h., poco después de amanecer. Estuvimos recorriendo las sabanas del parque nacional Queen Elizabeth hasta las 13:00 h. anotando especies de notable interés como flamenco enano, buitre dorsiblanco, francolín gorgirrojo, sisón ventrinegro, alcaraván acuático, corredor etiópico, avefría coronada, avefría lúgubre, avefría pechirrufa, chorlitejo pecuario, pájaro-ratón nuquiazul, abubilla arbórea cimitarra, pito de Nubia, alondra nuquirrufa, tejedor moteado... A modo orientativo, durante la jornada tomamos las siguientes coordenadas geográficas: 0º02.297’S, 30º07.384’E, 940 m. A lo largo de este trayecto fuimos testigos del peligro potencial que representan los animales de la sabana cuando presenciamos el amago de carga de un elefante hembra a un grupo de tres ciclistas nativos que transitaban por las pistas del parque.

Sabana cerrada en el P. N. de Queen Elizabeth. Sabana abierta en el P. N. de Queen Elizabeth. Sabana con Kobos de Uganda.
Facocero, kobo de Uganda y Kobo acuático. La elefanta que cargó contra los ciclistas. Los ciclistas que se libraron por los pelos, después del incidente.

Después de comer en el lodge nos dirigimos al embarcadero de la Mweya Marine Ranger Station (0º11.274’S, 29º54.053’E, 929 m) para coger un barco que recorre un pequeño tramo del canal de Kazinga en las inmediaciones de su desembocadura en el lago Eduardo. Durante el desplazamiento tuvimos la fortuna de que un torillo andaluz se cruzara delante de nuestro vehículo y pudimos observarlo brevemente, además de fotografiarlo de forma testimonial. Al llegar al embarcadero comprobamos que las condiciones meteorológicas no eran las idóneas para ver aves, con temperaturas bastante frescas, cielos muy nublados y chubascos intermitentes, a ratos fuertes. Ello nos privó de ver algunas de las especies objetivo, como el rayador africano, pero no de disfrutar de otras como pelícano rosado, garza Goliath, tántalo africano, espátula africana o alcaraván acuático, sin desdeñar la presencia de diversas especies de grandes mamíferos en las orillas del canal durante las dos horas de viaje (de 16:15 y 18:15 h.) Regresamos nuevamente de noche al lodge, aunque en esta ocasión no tuvimos la fortuna de ver ninguna especie de ave nocturna.

Barco turístico que recorre el canal de Kazinga.

Pelícanos y otras aves remontando el vuelo.

Bando de fumareles aliblancos, en un banco de arena a la orilla del canal.

 

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