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PASERIFORMES I.

Podríamos decir que los paseriformes americanos son bastante duros; no sólo por la dificultad en identificar algunos géneros, sino también por lo escondedizos que resultan, al menos en esta época. Supongo que el intenso calor reinante durante la mayor parte del día no favorece en nada la actividad de los pajarillos; además los árboles son muy altos y la vegetación muy densa, así que su localización se convierte muchas veces en un ejercicio de agilidad visual, y su observación en un "visto y no visto" de apenas un par de segundos. Afortunadamente hay algunas especies más propias de espacios abiertos que se ven con menor dificultad.

Los días más favorables para la observación de paseriformes son los de lluvia y los que siguen a un temporal. El mal tiempo obliga a las aves migradoras a "caer" a tierra y, además, al hacer menos calor, las aves residentes están más activas. Fue una lástima que sólo tuviéramos un día de este tipo. Otro truco para ver aves forestales es realizar esperas en los bebederos, lugares acondicionados para las aves donde se les aporta comida, que existen en muchas de las reservas; gracias a ellos pudimos ver un buen montón de especies que acudían a comer, beber o bañarse.

Finalmente fueron 67 las especies de paseriformes que pudimos identificar. Algunas otras se nos quedaron en el tintero por no haberlas visto con suficiente detalle, y también hubo unas pocas especies que, siendo en teoría comunes, sencillamente, no llegaron a aparecer. Ilustramos a continuación algunas de las que vimos.